lunes, 5 de mayo de 2008

ÉTICA

QUE ES LA ETICA

La ética, es una de las tantas ramas de la filosofía. Es aquella ciencia, ya que estudia las cosas por sus causas, de lo universal y necesario, que se dedica al estudio de los actos humanos. Pero aquellos que se realizan tanto por la voluntad y libertad absoluta, de la persona. Todo acto humano que no se realice por medio de la voluntad de la persona y que esté ausente de libertad, no ingresan en el estudio o campo de la ética.
Este es un punto relevante, ya que la ética, versa sobre el acto bien o mal realizado. Por lo mismo, si una persona actúa incorrectamente, pero lo hizo bajo presión o en ausencia de libertad, para escoger, no se puede hablar de un acto humano. Mejor dicho, de un acto humano incorrecto.
Pero para comprender un acto humano, primero hay que saber, que es el hombre. Y esta materia corresponde a la antropología. Otra rama de la filosofía. La cual estudia al hombre, como finalidad. De la cual se desprende, que el hombre es una unidad sustancial de cuerpo y alma. O sea, todo hombre posee un cuerpo y un alma. Por lo último, podemos señalar, que el ser humano es una fin en si mismo. Ya que el alma, lo provee de una dignidad intrínseca.
Tomando aquello y volviendo a la ética, el hombre está llamado a realizar actos buenos. Los cuales nos son guiados, por medio de la conciencia. La cual nos clarifica, que actos son correctos e incorrectos. Por lo mismo, es que debemos tender, a las virtudes. Las cuales son hábitos, que nos hacen más perfectos. Ya que toda rama de la filosofía, al igual que la ética, tienden a la perfección del hombre. A la finalidad de este, mirada desde una de estas ramas. Por qué las virtudes, ya que la ética señala, que la felicidad, es el fin último del ser humano. La cual se consigue, por medio de la perfección del actuar del hombre.
Por lo mismo, la conciencia nos dicta, que el ser justo, es lo correcto. Ya que frente a una injusticia, todos no sentimos pasados a llevar. Por lo mismo, tenderemos a ser justos. Pero un solo actuar, como justo, no cambia nada. Por ello, si ese acto, lo repetimos varias veces, se nos convertirá en un hábito. El cual, nos perfeccionará y nos hará felices. Por lo mismo, la ética, aún cuando es una rama de la filosofía, punto de partida, que comprende el amor por la sabiduría, o conocer por conocer, la ética es una ciencia práctica. Ya que por medio de ella, podremos guiar nuestros actos, hacia aquellos que nos hagan más virtuosos y felices.
DEFINICION DE ETICA Y MORAL
Designamos con la palabra “ética” el comportamiento, la conducta y el actuar de hombre en cuanto hombre. Y con “moral” el aspecto práctico y concreto, las normas establecidas o propuestDesignamos con la palabra “ética” el comportamiento, la conducta y el actuar de hombre en cuanto hombre. Y con “moral” el aspecto práctico y concreto, las normas establecidas o propuestas por los hombres, o por una sociedad y época histórica determinadas. La ética es, pues, aquella instancia desde la cual juzgamos y valoramos la forma como, de hecho”, se comporta el hombre y, al mismo tiempo, la instancia desde la cual formulamos principios y criterios acerca de cómo debemos comportarnos y hacia dónde debemos dirigir nuestra acción.
as por los hombres, o por una sociedad y época histórica determinadas. La ética es, pues, aquella instancia desde la cual juzgamos y valoramos la forma como, de hecho”, se comporta el hombre y, al mismo tiempo, la instancia desde la cual formulamos principios y criterios acerca de cómo debemos comportarnos y hacia dónde
la vida en sociedad necesita de una serie de normas que aseguren la paz y el orden entre los individuos, de forma que los intereses particulares no atenten contra los intereses comunes. Acordes con la racionalidad surgen elevados ideales de perfección, que la sociedad difunde e impone como principios de comportamiento que todos deben obedecer: respeto a la vida, a los bienes, a la fama de los demás, etc. Estos principios representan el bien moral, por cuanto miran directamente a la perfección y al bienestar social; sus contrarios constituyen el mal moral. Sin esta distinción entre el bien y el mal, la sociedad no podría subsistir. De ahí que la moralidad sea defendida por todo sistema social, como código de comportamiento aceptado y respetado por todos.
Sin embargo, y aquí viene el problema, el individuo se siente limitado en sus intereses por als normas morales. Entonces, o bien renuncia a sus intereses para observar una conducta recta, o bien adopta conductas condenadas por la moral pero que a él le satisfacen. Contra este peligro la sociedad se vale de coactores como la familia, el colegio, la sociedad, el gobierno, la religión.
De ahí que podemos concluir un cierto relativismo de los principios o normas morales definidos por una sociedad.
ica” el comportamiento, la conducta y el actuar de hombre en cuanto hombre. Y con “moral” el aspecto práctico y concreto, las normas establecidas o propuestas por los hombres, o por una sociedad y época histórica determinadas. La ética es, pues, aquella instancia desde la cual juzgamos y valoramos la forma como, de hecho”, se comporta el hombre y, al mismo tiempo, la instancia desde la cual formulamos principios y criterios acerca de cómo debemos comportDiferencia entre Ética y Moral
El uso de la palabra Ética y la palabra Moral está sujeto a diversos convencionalismos y que cada autor, época o corriente filosófica las utilizan de diversas maneras. Pero para poder distinguir será necesario nombrar las características de cada una de estas palabras así como sus semejanzas y diferencias.
Características de la Moral. La Moral es el hecho real que encontramos en todas las sociedades, es un conjunto de normas a saber que se transmiten de generación en generación, evolucionan a lo largo del tiempo y poseen fuertes diferencias con respecto a las normas de otra sociedad y de otra época histórica, estas normas se utilizan para orientar la conducta de los integrantes de esa sociedad.
Características de la Ética. Es el hecho real que se da en la mentalidad de algunas personas, es un conjunto de normas a saber, principio y razones que un sujeto ha realizado y establecido como una línea directriz de su propia conducta.
Semejanzas y Diferencias entre Ética y Moral. Los puntos en los que confluyen son los siguientes:
· En los dos casos se trata de normas, percepciones, deber ser.
· La Moral es un conjunto de normas que una sociedad se encarga de transmitir de generación en generación y la Ética es un conjunto de normas que un sujeto ha esclarecido y adoptado en su propia mentalidad.
Ahora los puntos en los que difieren son los siguientes:
· La Moral tiene una base social, es un conjunto de normas establecidas en el seno de una sociedad y como tal, ejerce una influencia muy poderosa en la conducta de cada uno de sus integrantes. En cambio la Ética surge como tal en la interioridad de una persona, como resultado de su propia reflexión y su propia elección.
· Una segunda diferencia es que la Moral es un conjunto de normas que actúan en la conducta desde el exterior o desde el inconsciente. En cambio la Ética influye en la conducta de una persona pero desde si misma conciencia y voluntad.
Una tercera diferencia es el carácter axiológico de la ética. En las normas morales impera el aspecto prescriptivo, legal, obligatorio, impositivo, coercitivo y punitivo. Es decir en las normas morales destaca la presión externa, en cambio en las normas éticas destaca la presión del valor captado y apreciado internamente como tal. El fundamento de la norma Ética es el valor, no el valor impuesto desde el exterior, sino el descubierto internamente en la reflexión de un sujeto.
Con lo anterior podemos decir existen tres niveles de distinción.
El primer nivel está en la Moral, o sea, en las normas cuyo origen es externo y tienen una acción impositiva en la mentalidad del sujeto.
El segundo es la Ética conceptual, que es el conjunto de normas que tienen un origen interno en la mentalidad de un sujeto, pueden coincidir o no con la moral recibida, pero su característica mayor es su carácter interno, personal, autónomo y fundamentante.
El tercer nivel es el de la Ética axiológica que es el conjunto de normas originadas en una persona a raíz de su reflexión sobre los valores.

Ética son el conjunto de normas que nos vienen del interior y la Moral las normas que nos vienen del exterior, o sea de la sociedad.arnos y hacia dónde debemos dirigir nuestra acción.
QUE ES MORAL
la palabra "moral" (del latín mores, ‘costumbre’) como la adquisición del modo de ser logrado por la apropiación o por niveles de apropiación, donde se encuentran los sentimientos, las costumbres y el carácter.
Por esto, la ética es la moral. Veamos otras definiciones:
Ética, es la rama de las ciencias filosóficas que investiga las leyes de la conducta humana, para formular las reglas que convienen al máximo grado de la evolución psicológica y social del hombre (Trincado, Pág. 635)
El objetivo que le corresponde a la Ética en cuanto disciplina filosófica es esclarecer, reflexionar, fundamentar esta experiencia humana que es la moral.
Moral tiene una significación más amplia que el vocablo de la ética.
Moral esta por encima de lo físico.
VALORES MORALES
son valores de orden práctico, miran las acciones del hombre en cuanto proceden de su voluntad y no de la obra que llevan a cabo. Ellos determinan el valor de la persona humana.... estos valores son relativos y cambiantes. Los valores que son en si intrínsecos, se hacen instrumentales a través de la educación y así pasa a ser extrínsecos o socialmente valorables....., así, el valor una vez conseguido, le empuja superarlo....tampoco existe acción humana o educativa donde se pueda frenar el intento de superación hacia metas superiores.... toda valor tiene como una de sus características la bipolaridad o antivalor. (Ramos, pág 53...67).
Valor
Antivalor
Amor
Odio
Procreación
Aborto
Sabiduría
Ignorancia
Equidad
Desigualdad
Justicia
Injusticia
Paz
Guerra
Amistad
Envidia
Libertad
Esclavitud
Reencarnación (vida eterna y continuada)
Muerte (no existe, todo se transforma, evoluciona…)
Equilibrio
Desequilibrio
Orden
Desorden
Bienestar
Miseria
Creencia
Religión
.............etc..
.......etc.
Autor: m.piña

Descubra los demás valores con su respectivo antivalor y coméntemelos


LAS TRES EDADES DE LA ÉTICA EMPRESARIAL

Adela Cortina
Catedrática de Ética y Filosofía PolíticaUniversidad de Valencia.

En los años setenta del siglo XX surge con fuerza en Estados Unidos laBusiness Ethics, la "ética de los negocios", que buena parte del mundoeuropeo prefirió rotular como "ética de la empresa". Tal vez porque elcapitalismo neoamericano, del que hablaba Michel Albert, lleva aconcebir la empresa como un negocio de usar y, si conviene, tirar, mientras que elcapitalismo renano invita a entender la empresa como un grupo humano,que lleva adelante una tarea valiosa para la sociedad, la de producir bienesy servicios, a través de la obtención del beneficio. La empresa, desdeeste punto de vista europeo, no se usa y se tira, se "emprende" con espíritucreador.La nueva ética empresarial se extendió por Europa, América Latina yOriente, y resulta curioso comprobar cómo habitualmente las gentes se asombrabande que alguien osara ligar dos términos como "ética" y "empresa". Elcomentario, en una lengua u otra, era siempre el mismo: es como quererjuntar aceite y agua.Parecen olvidar quienes así opinan que el fundador del liberalismoeconómico, Adam Smith, era profesor de Filosofía Moral y creía en laeconomía como una actividad capaz de generar mayor libertad y, por ende,
mayor felicidad. Y parecen olvidar igualmente que, junto a La riqueza delas naciones, escribió Smith una impresionante Teoría de los sentimientosmorales. Con todas las insuficiencias que pueda contener el pensamientode Smith y sin apostar por el liberalismo económico, conviene recordar, sinembargo, que la empresa industrial no nació de espaldas a valoreséticos. Así lo suscribió Max Weber en La ética protestante y el espíritu delcapitalismo, al defender que el espíritu del capitalismo precedió a suencarnadura económica, porque la ética protestante conformaba eseespíritu que alentó el cuerpo del capitalismo, un cuerpo que parece ser inmortal,porque cuenta en su haber al menos con dos reencarnaciones. Sin entraren la polémica sobre si la Escuela de Salamanca precedió al espírituprotestante como inspirador del capitalismo, no está de más recordaraquel ánimo del empresario vocacionado del que hablaba Weber. El empresario,convencido de que Dios le ha encomendado la misión de crear riquezamaterial para la comunidad, se entrega a esa tarea con un empeño que va más alláde su interés egoísta. Por eso renuncia a los bienes suntuarios y utilizael beneficio en reinversión, haciendo posible el capitalismo industrial.
En el último tercio del siglo XX la ética de la empresa no nace con elmismo espíritu, aunque en el mundo empresarial se utilice a menudo un lenguajereligioso. Es ésta una época, no ya "industrial", sino "postindustrial",con ese vergonzante "post" de los tiempos que todavía no saben asignarse unrótulo acorde con una identidad algo clara y tienen que caracterizarsepor contraposición al periodo anterior.
Tras los escándalos del Watergate, la sociedad norteamericana recuerdaque la confianza es un recurso demasiado escaso, cuando es la argamasa queune a los miembros de una sociedad, y las empresas emblemáticas refuerzan lavigilancia sobre su propia conducta. Nace entonces lo que, a mi juicio,puede considerarse como "ética de la empresa de la época postindustrial",con los célebres apotegmas "la ética es rentable", la "ética vende",justamente porque la cohesión en torno a valores éticos permite a unaempresa ser competitiva. Teniendo en cuenta que "competitiva" significano que adquiere la capacidad de arrojar a sus competidoras del mercado(cosa con la que demasiados sueñan), sino que mantiene su "viabilidad", sucapacidad para mantenerse en el mercado, con una buena relacióncalidad-precio, conquistando nuevos clientes.
Asegurar la viabilidad es imposible, porque los seres humanos nosmovemos siempre en la incertidumbre; ninguna empresa puede garantizarla, aunquecuantos trabajen en ella tengan una formación puntera. Pero una cosa es"garantizar", otra, "aumentar el grado de probabilidad" y, desde estaúltima perspectiva, las empresas "excelentes", las empresas más éticas,aumentan esa probabilidad de mantener su competitividad en un mercadodarwinista. En él no vencen los "físicamente fuertes", los que poseen un gran capitalfísico, sino los excelentes: los que atienden a cuantos son afectadospor la actividad empresarial (los célebres "stakeholders"), y no sólo a losaccionistas ("shareholders"); los que saben emplear sus recursoscognoscitivos (la no menos célebre "gestión del conocimiento"); los queplantean su actividad desde unos valores éticos que constituyen laidentidad de la empresa y que son tanto más necesarios cuanto más ocupe escenariostransnacionales. Justamente la dispersión geográfica exige una mayoridentidad nuclear, que se modula en cada país según su cultura,aprendiendo de ella, pero con unos valores básicos que sirven de respuesta a lapregunta: "¿quiénes somos realmente?".
Empresas excelentes serían, entonces, las que bregan por la calidad,armonizan las capacidades del grupo desde el ejercicio del liderazgo, seforjan día a día un buen carácter y tratan de crear un "clima ético", enel que el grupo percibe que en los distintos niveles las decisiones setoman contando con valores éticos. Para colaborar en esa tarea existeninstrumentos bastante perfilados, como puedan ser los códigos éticos,los comités de seguimiento y las auditorías, siempre que se entienda que elmodo de obligar "ético" no es el modo de obligar "jurídico", porque lo éticopasa siempre por ese difícil -pero insoslayable- tamiz de la convicción, queno se resuelve con sanciones externas.
La ética de la empresa lleva ya una apasionante andadura también ennuestro país, pero en el cambio de milenio se está viendo confrontada a nuevosretos, porque, al parecer, la sociedad en su conjunto va reconociendo superfil y se atreve a ponerse un nombre: estamos -se dice- en la"sociedad informacional", se está produciendo el tránsito del "capitalismo renano"y el "capitalismo californiano" al "capitalismo de Internet". ¿Siguesiendo posible y necesaria una ética de las empresas en esta nueva época?Según la conocida trilogía de Castells, las metas por las que surgió elcapitalismo informacional resultan un tanto descorazonadoras para la ética, ya quenació con el afán de profundizar en la lógica de la búsqueda de beneficios,intensificar la productividad del trabajo y el capital, globalizar laproducción y conseguir el apoyo estatal para aumentar la productividad yla competitividad de las economías nacionales; todo lo cual iría endetrimento de la protección social y el interés público. Con todo ello parece quenuestra joven ética empresarial se enfrenta a problemas casiinsalvables, si los pensamos en profundidad. Parece difícil conseguir que la cultura dela red sea la propia de una ética cívica, tan penosamente conquistada, y nouna Babel de posiciones múltiples; la vulnerabilidad del trabajo pone enentredicho las justas exigencias de un salario digno, no digamos laparticipación del trabajador poco o medianamente cualificado, siempre enla cuerda floja; complicado resulta en estas circunstancias concebir lasempresas como grupos humanos, dilucidar quiénes son los afectados,mantener el liderazgo contando con directivos que cambian de empresa en cuanto laoportunidad económica o profesional se lo permite. Por no hablar delgran reto ético, que consiste -también para las empresas- en forjarse uncarácter, un ethos responsable, a través de decisiones que tienen porhorizonte el medio y el largo plazo, cuando el cortoplacismo es, por !decirlo con Gabino Izquierdo, el tiempo de esta sociedad informacional.
Se ampliaría el elenco de problemas con los de la movilidad de capitales,que parece introducir un abismo entre la economía real y la especulativa, ycon esa dolorosa marginación de países y de trabajadores que ya no interesanni para ser explotados.
Ante este panorama, los timoratos de toda la vida arrojan la toalla,porque el mundo les viene grande y pierden todas las bazas. Los excelentes deentendimiento y, sobre todo, de corazón convierten los problemas enoportunidades y se emplean a fondo en la tarea de pensar y, sobre todo,hacer la ética de la empresa en la sociedad de la información,convencidos de que lo que tiene que hacerse es posible, lo que redunde en bien decada uno de los seres humanos es irrenunciable. Como comenta Sen en su últimolibro, "en el análisis del desarrollo, el papel de la ética empresarialdebe dejar de tener una oscura presencia y ser reconocido claramente".


por: Jorge Humberto Peláez, S.J.
Tiempo ordinario - Domingo XXV C (19-septiembre-2004)

Las lecturas de hoy, en particular el texto del profeta Amós y el relato del evangelista San Lucas, nos hablan del dinero:

o El dinero es un protagonista principalísimo de la historia humana, pues es la motivación, abierta o escondida, para emprender muchas acciones. o Por dinero se embarcaron los navegantes portugueses y españoles, y en sus viajes llegaron hasta la India y descubrieron el Nuevo Mundo. o Por dinero se emprenden las guerras. Los líderes políticos procuran maquillar sus intereses económicos, y para ello pronuncian emotivos discursos sobre la defensa de la democracia, sobre la salvaguardia de las libertades fundamentales, sobre la liberación de los pueblos. Pero detrás de estos discursos de fuerte contenido ideológico están el dominio de las rutas comerciales, el control del petróleo y de las materias primas esenciales. o Por dinero se dividen las familias y los hermanos dejan de hablarse. No importa que se trate de grandes fortunas o de un rancho miserable... Los efectos son los mismos.
Estos ejemplos nos permiten reconocer las dos caras inseparables del dinero:
o Por una parte, hay que reconocer que el dinero es esencial para tener acceso a los bienes fundamentales exigidos por la dignidad sagrada del ser humano. El dinero permite el acceso a la salud, a la educación, a un techo, a la recreación, etc. o Pero, por otra parte, el dinero desata las más bajas pasiones.
Cuando las lecturas de este domingo nos hablan del dinero, están planteando un tema prioritario ayer, hoy y mañana. Por eso vale la pena meditar en este tema, que nos toca tan de cerca. ü Es posible reflexionar sobre el dinero desde muy diversos ángulos. Pero para no dispersarnos en esta meditación dominical, los invito a explorar una temática de enorme actualidad: la ética de los negocios. Así podremos iluminar un asunto de hoy con la luz que proporciona la Palabra de Dios.
El interesante tema de la ética de los negocios, sobre el cual se está escribiendo muchísimo en las revistas de las principales Escuelas de Administración del mundo, lo vamos a desarrollar en dos puntos:
o La ética de los negocios hace posible generar confianza. o La ética de los negocios exige crear un tejido social.
Empecemos por el primer enunciado: la ética de los negocios hace posible generar confianza:
o Cuando se produce un clima de confianza, hay inversión. Los capitales fluyen. Se crean nuevas empresas. o Por el contrario, la desconfianza frena las posibilidades de inversión. No se crean nuevas empresas. No se genera más empleo. o El clima de confianza es el resultado de la interacción de muchos factores. Pensemos, por ejemplo, en la seguridad, en la claridad en cuanto a las reglas del juego tributarias, en la coherencia de las políticas económicas del país. o Un elemento fundamental en la creación de un clima de confianza, además de los que acabo de enunciar, es la honestidad de la administración: si el público sabe que quienes toman las decisiones son honestos, si existe una Junta Directiva que no es una rosca de amigos, si se dan controles estrictos por parte de la Revisoría Fiscal y demás instancias competentes para ello, si los estados financieros no son maquillados sino que reflejan la realidad - si se dan estos elementos -, esa empresa, grande o pequeña, irá ganando confianza y así se irá consolidando a través del tiempo. o Por eso podemos decir que una gestión ética y honesta es el mejor negocio que puede hacer una empresa si quiere ganarse un espacio en la ciudad y en la región.
Pasemos al segundo enunciado: la ética de los negocios exige crear un tejido social:
o Es importante que los empresarios entiendan que la empresa no es simplemente una máquina que produce dinero, sino que su existencia depende de la construcción de una red de relaciones interpersonales que la haga posible. o Empecemos por los consumidores o clientes. ¿Qué esperan? Su expectativa primaria es que los productos y servicios sean de calidad. De ahí que la calidad sea un elemento central dentro de una ética de los negocios. Igualmente, el cliente espera que el precio sea razonable. Si estos dos factores, calidad y precio, se mantienen a lo largo del tiempo, la empresa se hace creíble y genera fidelidad en su clientela. o Continuemos con los empleados. Hay que poner todos los medios para que los empleados se sientan solidarios con su empresa. Este sentido de corresponsabilidad evitará confrontaciones desgastantes. o Para que los empleados se sientan solidarios con la empresa hay que ser delicadísimos en cuanto a la equidad: todos los miembros que trabajan en una misma empresa, independientemente de su ubicación en el organigrama y de su nivel salarial, están sometidos a las mismas reglas en cuanto a exigencias, estímulos y sanciones. Los privilegios son odiosos. o Digamos una palabra sobre las relaciones con la competencia. Es lamentable que los manuales de Administración utilicen un lenguaje de guerra para hablar de la competencia y fijen, como objetivo prioritario, la destrucción del enemigo. Cuando desaparece la competencia, el gran perjudicado es el cliente, quien se ve sometido a la dictadura del monopolio. Habría que buscar un mínimo ético en las relaciones con la competencia, que consistiría en unas reglas básicas para garantizar un juego limpio.
Es hora de terminar nuestra meditación dominical:
o El profeta Amós, en el lenguaje propio de su tiempo, denunciaba a los que aumentaban los precios y usaban balanzas y pesas alteradas tramposamente. o El evangelio nos decía que quien no es honrado en lo pequeño, tampoco será honrado en lo importante y grande. o Estos juicios bíblicos sobre el dinero nos han inspirado esta meditación sobre la ética de los negocios. o Hemos visto que un ejercicio profesional y una organización empresarial que respetan los principios éticos, se ganarán la confianza de sus clientes; hemos visto que unas relaciones interpersonales adecuadas con los clientes, con los empleados y con la competencia benefician la rentabilidad a largo plazo. o Por eso podemos concluir que la mejor inversión que se puede hacer para ser exitosos en el mediano y en largo plazo es ser honestos en el ejercicio profesional y ser éticos en los negocios que emprendemos. La deshonestidad da utilidades en el corto plazo, pero después se devuelve contra sus promotores. o No es fácil vender esta idea de la ética de los negocios en un país en el que los “traquetos” (es decir, los que se benefician del flujo de dinero que generan las drogas) son considerados como empresarios exitosos.
jpelaez@puj.edu.coJP140904
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© 2004

Etica empresarial
Los conflictos entre la ética y los intereses de la empresa tienen que resolverse, siempre, con predominio de los principios éticos.
POR: NICANOR RESTREPO SANTAMARÍA
Las finalidades de la empresa son proporcionar un servicio a la comunidad, generar un suficiente valor económico agregado, proporcionar a sus miembros satisfacción personal y perfeccionamiento humano, garantizar una capacidad de continuidad o permanencia y contribuir con su conducta en los negocios a construir y preservar la ética de la sociedad.Por tanto, la empresa debe asegurar la satisfacción de necesidades humanas, para lo cual tiene que contar con la obtención de beneficios. Pero satisfacer tales necesidades no puede hacerse a costa de los derechos de los empleados ni de los proveedores, ni el beneficio de los miembros de la empresa puede pasar por delante de los derechos de los consumidores, como bien lo explica Adela Cortina en su libro Etica de la empresa.Partiendo de la afirmación de que la empresa moderna existe para proporcionar un servicio específico a la sociedad, es necesario entonces establecer que ésta es viable solamente, si todos sus negocios y operaciones se realizan en concordancia con la ética civil, es decir, con el mínimo de valores y normas que los miembros de la sociedad moderna comparten y que pueden compendiarse esencialmente en libertad, igualdad, solidaridad, tolerancia activa, pluralismo y diálogo.La ética tiene que incorporarse en las empresas por razones positivas y como parte de su compromiso con la sociedad en la cual desarrollan su objeto económico. Además, se puede demostrar con facilidad que la práctica ortodoxa de los negocios produce buenos resultados comerciales.A menudo se presentan actuaciones de empresarios que van en contravía con la ética civil al suponer erradamente que para hacer negocios es necesario olvidarse de la ética común, por cuanto éstos tendrían sus propias reglas del juego o porque la misión de la empresa es maximizar los beneficios, de suerte que todos los medios para obtenerlos serían lícitos o que la ética debería limitarse al cumplimiento de la legalidad y a la sujeción de las leyes del mercado. También hay quienes presionados o amenazados por terceros deciden sacrificarla. Los conflictos entre la ética y los intereses de la empresa tienen que resolverse, siempre, con predominio de los principios éticos.La ética vendeCada día es más clara la necesidad de legitimación moral que requieren las empresas para poder tener éxito en su actividad comercial. Por lo anterior, apelar a la ética tiene también una explicación pragmática, de eficacia. La confianza de la sociedad en la empresa se convierte explícitamente en el valor empresarial que siempre ha sido y la falta de credibilidad, por el contrario, no resulta ser una carta de triunfo en el mundo de los negocios, explica Cortina.Al analizar las empresas que se distinguen en la comunidad de negocios y que ocupan los primeros lugares en sus respectivos sectores, se observa que en aquellas que practican por convicción y en forma rigurosa la ética empresarial, se dan los mejores resultados, se obtiene la mayor legitimación de los consumidores y se reafirma más categóricamente su continuidad, lo cual permite afirmar que la ética practicada sinceramente lleva consigo un enorme valor comercial. En el largo plazo, el más allá de la ética refuerza el más acá de la cuenta de resultados.El entornoEl propósito de continuidad o permanencia de la empresa pertenece a la esencia de la organización productiva y contiene una responsabilidad ética muy precisa.Con la ruptura de las barreras proteccionistas y la globalización de la economía desapareció el espacio para las empresas ineficientes que traían consigo grandes costos sociales por el despilfarro de recursos naturales, la fijación arbitraria de precios y la precaria calidad de sus productos.Corresponde a las empresas transformarse rápidamente en núcleos competitivos, adoptando las tecnologías que les aseguren su futuro y revisando su estructura y su cultura para sobrevivir. Está reñido con la ética desconocer la realidad del entorno económico internacional y pretender conservar el statu quo o ampararse en la ineficiencia transitoria de la infraestructura nacional. Es necesario buscar el consenso con la comunidad empresarial para formular un nuevo modelo administrativo y tecnológico que permita la permanencia de las empresas en el tiempo y la de sus miembros en ellas. "No hay futuro si nuestras empresas y trabajadores no se suben al tren de las nuevas tecnologías", comentaba Hernando Gómez Buendía. Los directores de empresa que ignoren los cambios económicos, políticos o sociales conducirán a sus empresas hacia el fracaso, lo mismo que aquellos que sobrerreaccionen frente a los cambios y riesgos que perciben.El consumidor valora y prefiere aquellas organizaciones que, además de bienes y servicios de calidad, generan soporte social y actúan con una sincera conciencia moral.A modo de conclusión de estas primeras reflexiones, podría afirmarse que no hay porvenir para una empresa ni para el capitalismo de mercado sin ética. Las empresas duraderas tienen, todas ellas, una fuerte ética porque el capitalismo de mercado no significa que pueda hacerse cualquier cosa por enriquecerse, por cuanto éste no puede sobrevivir sino mediante la disciplina de una conducta reconocida como creíble por la opinión.